Las fuerzas rusas continuaban bombardeando el puerto de Mariúpol el jueves, al tiempo que fotografías satelitales mostraron que una gigantesca columna militar del Kremlin que estuvo inmóvil en las afueras de la capital ucraniana se dispersó en poblados y bosques cerca de Kiev, con cañones preparados para atacar.

La condena internacional se intensificó por un bombardeo el día anterior en Mariúpol que dejó tres muertos en un hospital de maternidad. Funcionarios occidentales y ucranianos describieron esa acción como un crimen de guerra. El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que la negativa rusa a permitir las evacuaciones de la ciudad portuaria equivalía a “terrorismo absoluto”.

En tanto, las conversaciones al más alto nivel desde que la invasión comenzó hace dos semanas no han registrado avances, el número de refugiados que han huido del país llegó a 2,3 millones, y Kiev se preparaba para enfrentar una embestida. El alcalde afirmó que la capital se había convertido prácticamente en una fortaleza protegida por civiles armados.

Imágenes satelitales de Maxar Texchologies mostraron que una columna de vehículos, tanques y equipo de artillería de 64 kilómetros (40 millas) de largo se dispersó y sus unidades fueron emplazadas en otros sitios. Fue posible ver vehículos blindados en poblados próximos al aeropuerto Antonov, al norte de la ciudad. Algunos de ellos penetraron en los bosques, informó Maxar, con obuses remolcados en posición de disparar.

El gigantesco convoy se concentró en las afueras de la ciudad la semana pasada, pero su avance pareció frenarse en medio de reportes sobre escasez de alimentos y combustible. Funcionarios estadounidenses dijeron que las fuerzas ucranianas atacaron a la columna militar con misiles antitanque.

En Mariúpol, un puerto marítimo de 430.00 habitantes en el sur, la situación es cada vez más desesperada y los civiles mendigan comida y combustible. Más de 1.300 personas han muerto en los 10 días de sitio contra la gélida ciudad, según la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk.

Los habitantes de Mariúpol carecen de calefacción y servicio telefónico, y muchos de electricidad. Las temperaturas durante la noche descienden por debajo del punto de congelación y en el día están apenas arriba de él. Los cadáveres están siendo sepultados en fosas comunes. Las calles están llenas de vehículos incendiados, vidrios rotos y árboles hechos trizas.

“Ellos tienen la orden clara de mantener a Mariúpol como rehén, de mofarse de ella, bombardearla y atacarla con fuego de artillería en forma constante”, señaló Zelenskyy en su mensaje nocturno de video dirigido a la nación. Dijo que los rusos lanzaron un ataque con tanques precisamente donde se suponía que debía ser un corredor humanitario.